Calaverín - capítulo 2

El libro de los hechos del profeta Calaverín


Escrito bajo inspiración divina por Pablo Zambrano
Basado en los relatos de Joel Salinas, discípulo de Calaverín



Capítulo 2

Pepe, el asteroide


Sucedió en aquellos tiempos que una gran roca se precipitaba hacia la tierra desde los cielos y el corazón de los hombres se llenó de temor.
Y Calaverín se levanto de entre la muchedumbre y se dirigió a ellos diciéndoles: “No teman, gentes de poca fe ¿Acaso no se encuentra Calaverín entre ustedes? Sepan pues, que la palabra de Calaverín será escuchada hasta por las piedras”.


Y Calaverín se dirigió a la gran roca clamando: “¡Oh asteroide! Escucha, te ruego, y dime: ¿Cuál es tu nombre?”.

Y el asteroide respondió: “¿Mi nombre? Pepe... me llamo Pepe...”.

Y dijo Calaverín a Pepe: “Te ruego pues, Pepe, me respondas: ¿por qué habrías de amenazar con hacer daño a quienes no te hemos hecho nada?”.

Y Pepe respondió a Calaverín: “Nada, justamente nada! No soy nada para ustedes! Yo que vengo desde la soledad del espacio en busca de amigos y al llegar todos huyen de mí ¡No les importan mis sentimientos y por eso los destruiré!”.

Y Calaverín habló por última vez a Pepe, y le dijo: “Escucha pues, Pepe, y mira: ¿Acaso no está Calaverín ante ti?”.


Y el corazón de Pepe, el asteroide, se conmovió al comprender que al fin tenía un amigo que lo comprendía y escuchaba.
Y Calaverín partió hacia el espacio junto a Pepe, el asteroide.
Y todos se regocijaron.


Es palabra de Chuck

Imagen por Joel Salinas